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Acné y Eje Intestino-piel

En otras ocasiones he hablado del eje intestino-cerebro, pero hoy toca hablar del eje intestino-piel y como nuestra salud digestiva puede influir en el acné y otras afecciones cutáneas. El origen puede ser multifacotiral y no hay un caso idéntico, pero es cierto que muchas de las condiciones como psoriasis, eczema, rosácea, acné o dermatitis, suelen tener en común algunos de los mecanismos que vamos a hablar; como poco ácido estomacal, SIBO, intestino permeable o disbiosis intestinal. Por supuesto la genética y predisposición está ahí, pero hay muchas cosas que podemos hacer para manejar el problema. De hecho, son condiciones asociadas al mundo industrializado, lo que sugiere que es principalmente ambiental y que los cambios en la nutrición y estilo de vida pueden ser suficientes para prevenir y revertirlos en muchos casos. 

De forma resumida, el acné es debido a un exceso de sebo producido por las glándulas sebáceas que queda atrapado en los poros y folículos pilosos. Se puede clasificar como no inflamatorio (comedones) o inflamatorio (pústulas, quistes, pápulas y nódulos). Es cierto que el acné y otros problemas cutáneos no son peligrosos para la salud, pero te aseguro que están relacionados con depresión, ansiedad y aislamiento social. 

Ya en 1930 se describió en la literatura científica una conexión entre el “intestino-cerebro-piel”. Observaron que estados emocionales como la ansiedad y depresión están asociados con cambios en la microbiota y teorizaron que esto provocaba inflamación sistémica y problemas en la piel. Esta idea pionera se ha confirmado posteriormente con estudios actuales que muestran fuertes asociaciones entre afecciones cutáneas, salud mental y problemas digestivos. 

¿Cuáles son los problemas digestivos más asociados al desarrollo de acné?

  • Hipoclorhidria: Hay estudios que muestran que un 40% de los pacientes con acné tienen hipoclorhidria, es decir, poco ácido en el estómago. Una de las causas por las que se puede desarrollar SIBO. 
  • SIBO: Se ha visto que que un crecimiento inapropiado de bacterias en el intestino delgado es 10 veces más común en personas que tienen acné y/o rosácea. Adeáms, el SIBO se ha asociado también con permeabilidad intestinal y estados de ansiedad o estrés. 
  • Permeabilidad intestinal: no existen muchos estudios actualmente de su relación directa con el acné, pero hay mucho mecanismos que sugieren que están relacionados. Por ejemplo, se ha visto que un 65% de los pacientes con acné tienen endotoxinas de lipopolisacáridos (LPS) en la sangre (es decir, algo que debería permanecer en la luz intestinal, ha pasado al torrente sanguíneo). 
  • Estreñimiento: asociado también a estrés, SIBO y el desarrollo de permeabilidad intestinal. 
  • Disbiosis: Una alteración en la microbiota puede aumentar la secreción de la sustancia P, un neuropéptido que se produce en el intestino, cerebro y piel  y que juega un papel importante en las afecciones cutáneas. Además, la microbiota afecta a el perfil lipídico y de ácidos grasos, que puede afectar a la producción de sebo así como a su composición. 
  • Celiaquia: los celiacos muestran una mayor frecuencia de lesiones en la mucosa. 

Hay muchos casos, en los que pacientes con problemas en la piel no muestran síntomas digestivos, pero aún así deberíamos tenerlos en cuenta. Otro factor a tener en cuenta es la salud hormonal y la resistencia a insulina. 

El bloqueo del poro ocurre cuando hay un exceso de células muertas y excesiva producción e sebo, y uno de los factores que más favorecen ambas cosas es la insulina, la IGF-1 (presente en los lácteos) y los andrógenos (testosterona). Y por ejemplo el SOP (síndrome de ovarios poliquísticos) suele ir asociado a hiperandrogenismo. También la inflamación sistémica puede contribuir de manera importante al acné.

Otro factor a tener en consideración es el estrés. Como hemos visto el estrés induce cambios en la microbiota que conllevan al desarrollo de permeabilidad intestinal y la aparición del síndrome del intestino permeable.

Por tanto, es importante cuidar la función intestinal, tener un buen funcionamiento hepático (para eliminar bien las hormonas) y un buen manejo del estrés.

¿Cómo podemos tratar el acné?

Es importante estudiar si existe una causa subyacente como SIBO, parásitos, hipoclorhidria, SOP o fatiga adrenal, para tratar la raíz del problema.

De forma generalizada, se ha visto que una dieta tipo paleo y libre de lácteos (menos la mantequilla de pasto y el ghee que suelen ser bien tolerados)  tiene un efecto muy positivo.

Al mismo tiempo, se ha observado que una dieta rica en vitamina A, zinc, vitamina C, omegas 3, magnesio y vitaminas del grupo B mejora de manera significativa el acné. Por ejemplo, el aceite de hígado de bacalao es muy aconsejable por ser rico en omega 3, vitamina A y D. Otros alimentos aconsejables son:

– Alimentos ricos en vitamina A: aceite hígado bacalao, hígado y riñones de animales de pasto, mantequilla de vacas de pasto, yemas huevo y pollo pasto.

– Alimentos ricos en zinc: ostras, vieiras y otros mariscos, órganos, carne roja de ternera o cordero pasto. Semillas de calabaza y frutos secos (peor absorción).

– Alimentos ricos en vitamina C. Frutas y verduras de temporada, especialmente pimientos, hojas verdes oscuras, brócoli, coles de Bruselas, cítricos, fresas, kiwi y guayaba. Cilantro, perejil, tomillo, albahaca y cebollino.

– Verduras amargas a diario: endivia, escarola, alcachofa, diente de león, rúcula, berros y rabanitos.

– Alimentos ricos en vitamina D: pescados azules, yema de huevo, setas y champiñones especialmente setas shiitake. Tomar el sol 20-30 minutos al día.

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